Conversión y ruptura de la doctrina mormona en México: Poligamia y redefinición étnica

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En este trabajo se describe la vida religiosa de los habitantes de una comunidad mormona localizada en el Estado de México, específicamente en la parte noreste del municipio de Ozumba de Alzate, aproximadamente a 70 kilómetros al sureste del Distrito Federal.
El grupo de mormones objeto de estudio se agrupa en una extensión territorial de ocho hectáreas que se conoce como “La Colonia Industrial”. Sus habitantes se consideran una comunidad de mormones, no obstante, no se rigen por todas las creencias y prácticas de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, (en lo sucesivo SUD) que es la que agrupa a la generalidad de los mormones.
El seudónimo de mormones se deriva de la creencia en el Libro de Mormón, en el que se describen mil años de una cultura judía practicada en el continente americano. Se podría decir que el Libro de Mormón, es una especie de Biblia Americana. En el caso de los mormones de la Colonia -como en muchos otros- el mito se relaciona con la procedencia divina, que les autoriza a decir que son descendientes de un “pueblo escogido”.
El libro de Mormón relata la existencia de dos patrilíneas judías en América, conocidas como los lamanitas y nefitas. Ambos grupos, los definió un mormón de siguiente manera:
Nefi era el líder y ancestro de los hombres que habían decidido creer en Cristo. Todos ellos se separaron de los lamanitas como consecuencia de su rectitud. Por el otro lado, los llamados lamanitas: eran desobedientes, eran como salvajes, dice el libro de Mormón que su piel era obscura, no usaban ropa, eran idólatras.1
1 Cuando los habitantes de la Colonia Industrial, relatan las características de los grupos sociales, que da cuenta el libro de Mormón da la impresión, que desde el punto de vista social tenemos dos pueblos con distintos niveles de desarrollo, cultural. Por ejemplo la cultura y vida material de los lamanitas se describe de la siguiente manera: “Eran movidos por su mala naturaleza, llenos de idolatría e inmundicia, alimentándose de animales de rapiña; viviendo en tiendas, y errantes en el desierto de un lado a otro, con una corta faja de piel sobre sus lomos, y sus cabezas rasuradas; y su habilidad consistía en el manejo del arco, de la cimitarra y del
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Para 1884 se había organizado la Iglesia (SUD) en México. Para 1936, el número de miembros ascendía a 2,800 el crecimiento de la Iglesia había sido tan grande, que las autoridades eclesiásticas decidieron dividir “la misión” Lo que generó la expectativa entre los conversos de que el nuevo presidente de misión fuera mexicano.
De los más entusiasmados con la idea de que el nuevo líder de la misión debía de ser mexicano es decir en términos mormones “lamanita” fue Margarito Bautista,2 quien junto con otros líderes mexicanos a si lo solicitó a las autoridades de Lago Salado. A decir de un miembro de la Colonia Industrial: “El hermano Margarito Bautista, encabezaba el aspecto doctrinal de la tercera convención”. Bautista aprovecharía su papel de ideólogo del movimiento disidente, para incorporar a demás del líder mexicano como temas de discusión, el matrimonio plural y la ley de consagración.
La tercera convención.
La tercera convención es el movimiento más importante de disidencia mormona en México representaba aproximadamente “la tercera parte de la membresía de la iglesia”. Estos conversos estaban organizados y pertenecían a “ramas” en la ciudad de México, los Estados de Hidalgo, México Morelos y Puebla” y determinaron como prioridad fundamental tomar el liderazgo de la iglesia en México. Ante la negativa de las autoridades de Lago Salado, la agrupación disidente fue separada de la Iglesia SUD en el año de 1936, no obstante ellos se seguían considerando parte de la comunidad mormona.
Margarito Bautista desafió al liderazgo de la tercera convención, sobre los puntos doctrinales, del orden unido y el matrimonio plural, de acuerdo a los mormones SUD “simplemente para disfrazar su deseo de colocarse en posición
hacha. Muchos de ellos no comían más que carne cruda; y de continuo trataban de destruirnos. Enos. 1:20.
2 De acuerdo a Tullis: “Ávido estudiante de las escrituras, estaba, de acuerdo con Rey L. Pratt y muchos otros líderes mormones que le habían presidio, en que los mexicanos, su historia lamanita y la promesa a ellos contenida en el libro de Mormón eran inseparables. Pratt en varias ocasiones había expresado este concepto teológico a los santos mexicanos, muchos de los cuales tenían gran orgullo de sus importantes antepasados lamanitas.” (Tullis, 1996: 301).
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de asumir el liderazgo de la tercera convención.” (Tullis, 1996: 329). En la Colonia Industrial, se tiene otra visión sobre el papel de su fundador en la disidencia mormona; se dice: “El hermano Bautista nunca buscó liderar al grupo, sino que sólo, se dedicó a predicar. Les dio envidia a los demás, por su buena oratoria” y un mayor “conocimiento de las escrituras”
Subrayemos: el origen de la controversia entre los líderes convensionistas y Margarito Bautista, era referente al punto doctrinal de restablecer la poligamia y el orden unido, doctrinas que la Iglesia (SUD) había abandonado.3 Como el desacuerdo entre los líderes mexicanos y estadounidenses no era doctrinal, la convención expulsó a Bautista en el año de 1937. En el año de 1946 el conflicto entre, la Iglesia SUD y la tercera convención llegó a su fin con la visita del profeta mormón, George Albert Smith.
La doctrina mormona dio a los líderes de la tercera convención, los elementos necesarios para justificar su movimiento. En las primeras ediciones en español del libro de Mormón4, existe una nota a pie de página que hace referencia a los “lamanitas”; en la cita se comenta, que entre ellos (los lamanitas) habrá un “hombre poderoso”. Más adelante especifica que ese hombre poderoso será “un profeta lamanita”. Bautista y sus seguidores llevarían al extremo esta cita Al proclamar a Bautista en una reunión como:
Un profeta para su gente, desde el río Bravo hasta Cabo de Hornos, mis amados hermanos, este hombre – señalando al hermano Bautista – es el hombre hablado en el libro de Mormón, el profeta lamanita. (Olarte, 1951: 26)5
Fundación de la Colonia Industrial. La nueva Jerusalén.
La Colonia Industrial, es fundada el 1 de enero de 1947, por un grupo de familias campesinas provenientes del noreste de estado de Puebla. La mayoría
3 El profeta Mormón Wilford Woodruff, en su calidad de Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el 24 de Septiembre de 1890 sostiene que es su intención sujetarse a las leyes civiles las cuales prohíben la práctica del matrimonio plural, por lo tanto no sólo se compromete a no practicar más matrimonios plurales sino el compromiso se refiere a inculcar o enseñar dicha doctrina.
4 Pudimos constar dicha referencia ya que existe un ejemplar del libro editado en el año de 1920 en el Museo de Historia del Mormonismo en México (MHMM). (Nefi 3:24)
5 Historia oral de Alma de Olarte Analco. En posesión del acervo del MHMM.
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de los fundadores formaron parte junto con su líder Margarito Bautista de la tercera convención. En un primer momento, la Colonia se llamaba “Colonia Industrial nueva Jerusalén”.
Mientras se daban las negociaciones entre los convensionistas y las autoridades de los Santos de los Últimos Días, las familias seguidoras de la Bautista, se reunían cada domingo en su comunidad. Es en una de estas reuniones donde se comparte con el resto de los disidentes una carta de un grupo mormón del estado Utah, de los llamados entre los mormones SUD, como “fundamentalistas”. En la carta el grupo de Utah manifiesta su experiencia como grupo “polígamo” y la necesidad de mantener contacto con el incipiente grupo mexicano. En cierto sentido la correspondencia con el grupo norteamericano, permite al mexicano, legitimar su movimiento. Bajo el argumento del grupo disidente de Utah de: “Ser los fieles que el señor prepara para mantener la plenitud del evangelio”. Bautista y sus seguidores justifican así su persistencia de vivir bajo dicha normatividad
Las “ordenanzas”, son los ritos religiosos que realizan los mormones, para agradar a su Dios y estar cercar de él. La creencia en la “restauración de su iglesia, es uno de los argumentos centrales para que los mormones no se consideren protestantes. En esto fue tajante uno de los líderes de la Colonia Industrial al decir: “no somos una iglesia protestante, porque no surgimos de división alguna con la iglesia católica; nuestra iglesia se restauró a imagen y semejanza de la iglesia primitiva”6. La explicación permite fundamentar a las ordenanzas como expresiones verdaderas, que evocan a la iglesia en la época de cristo; evocación que es regreso a un tiempo originario.
Los mormones se sienten con el derecho de ejercer el sacerdocio simplemente porque ellos poseen los secretos de esta verdad primigenia que es otorgada gracias a la “línea de autoridad”. Las palabras de un sacerdote ilustran lo anterior:
6 Primitiva se refiere a lo ellos consideran como: “el orden que dejó el señor Jesucristo cuando vino a la tierra” - ¿Cuáles es este orden? Preguntamos – “La iglesia organizada como en los tiempos de Jesucristo, un profeta apóstoles, el sacerdocio toda la forma que dejó el señor”.
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Nosotros contamos con la línea de autoridad dada por Pedro, Santiago y Juan, apóstoles del señor Jesucristo al profeta José Smith. La autoridad del santo sacerdocio es para que el varón dirija, administre y presida a su familia y a la iglesia.
Todos los hombres a partir de los 12 años poseen el sacerdocio. El recibimiento de la gracia, es un Don otorgado a los sacerdotes y de éstos al varón jefe de familia, Don que puede ejercerse en la tierra, por línea paterna. Conocer lo qué representa la identidad del mormón, puede lograrse analizando la relación que existe entre las ceremonias religiosas y el sacerdocio. Para decirlo rápidamente, las ceremonias constituyen el medio por el cual los mormones aspiran a ser como Dios. El hombre es el poseedor del sacerdocio porque se lo identifica con Dios en tanto varón. La ley que se establece desde la figura paterna, representa la ley de Dios; en ese sentido, negar la autoridad de un padre sería negar a Dios. El sacerdocio es el ejercicio de una autoridad que impacta en la vida moral de los individuos y sus familias, al menos ese es el ideal que constantemente se predica.
Para los mormones, “la eternidad” no es una abstracción del lenguaje, sino que forma parte de una realidad concreta y viva. El mundo, el alma, “el evangelio”, Dios, el sacerdocio y la familia, son elementos de la vida de todo mormón que deben trascender con el tiempo por medio de las ordenanzas, especialmente las que se realizan en el templo. Los rituales más significativos que realizan los mormones se efectúan en los templos. Estos “edificios son sagrados” es un lugar sagrado que delimita un tiempo y un espacio con respecto al mundo profano. por lo que sólo se permite la entrada a personas autorizadas por los líderes.
Los iniciados en el templo se comprometen a no revelar los detalles de las ceremonias que se realizan en los templos. Sabemos que el secreto es una manera de cohesionar al grupo, de cuidar la identidad de la que están hechos; además esto debe de ser así ya que no cualquiera puede acceder a lo sagrado. Los rituales, las ceremonias y las fiestas son momentos excepcionales que rompen con la rutina y, hasta cierto punto, con lo instituido, como lo sabía Durkheim.
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Todas las familias, monógamas y polígamas, de la Colonia Industrial, son selladas por “tiempo y eternidad.” Dado que el matrimonio plural es una ley, es decir un “mandamiento”, para los habitantes de la Colonia, la familia que no obedece es porque sus miembros no están preparados para ser dioses. Para Harol Bloom “José Smith vinculó ambas pluralidades -de esposas y de dioses - y una separación imaginaria entre los dos principios no parece posible”. (Bloom. 1997:95)
El matrimonio celestial nos llevará a ser como Dios un sacerdote no está completo, sino está casado en el templo: “el hombre tiene que entrar en este orden del sacerdocio”, el matrimonio es parte del orden del sacerdocio.
El sacerdote, para los mormones de la Colonia, debe cumplir completamente con “la plenitud del evangelio” que implica vivir en matrimonio plural. En otras palabras, la “ordenanza del matrimonio celestial” es una ordenanza que debe cumplir todo poseedor del sacerdocio a fin de “dignificar” su poder sacerdotal.
El pueblo de dios.
La creencia de descender de un antepasado común entre los miembros de la Colonia Industrial, es uno de los elementos ideológicos sustantivos que explican la fundación de la comunidad mormona, y también su persistencia en el tiempo.
Los mormones se consideran “parte del pueblo judío”, aunque es el grupo de la Colonia Industrial el que re simboliza esta supuesta pertenencia y la convierte en algo propio.7 Barth llama “limites étnicos” aquello que define a un grupo8. Por lo tanto, el ser un “lamanita” en la Colonia es un primer sentido de pertenencia, el nombre es un significante inclusivo que otorga un lazo de cohesión. En segundo lugar, en términos analíticos, se trata de un primer límite
7 Esto sucede porque entre los mormones SUD mexicanos no es muy importante ser “lamanita”, es decir, no consideran que existan diferencias sustanciales entre los estadounidenses y ellos, al respecto se escuchan argumentos como: “Los gringos al aceptar el evangelio se convierten a la casa de Israel”. O comentan “Los americanos son incircuncisos de corazón”. Este último comentario se nos explicó hace referencia al “El pacto de la circuncisión, que instauro Dios con los Judíos. Ahora ese pacto es simbólico, no literal”.
8 “Los rasgos que son tomados en cuenta no son la suma de diferencias “objetivas”, sino solamente aquellas que los actores mismos consideran significativas”. (Barth, 1969: 15)
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étnico que los distingue de cualquier otro tipo de mormón mexicano o estadounidense, quienes tienen el estatuto de “los otros”. Los habitantes de la Colonia son un grupo de creyentes de una doctrina particular que se asumen como miembros de un linaje y con prácticas únicas dentro de los grupos cristianos.
La categoría de raza “lamanita”, es científicamente poco sostenible, hemos considerado que es importante su referencia ya que para los habitantes de la Colonia considerarse como el “pueblo lamanita”, marca una frontera simbólica, entre ellos y el resto de creyentes de la doctrina mormona, la idea de ser diferentes biológicamente, alude a la idea de la raza como un referente importante que los distingue como comunidad elegida. Al respecto, Rodolfo Stavenhagen comenta lo siguiente: “La raza existe solamente en la medida en que las diferencias biológicas adquieren significado en términos de los valores culturales y la acción social”. (Stavenhagen, 1992: 61).
En la Colonia Industrial sus habitantes creen que sobre su “linaje” recae la responsabilidad de custodiar las prácticas de la poligamia y el orden unido. En palabras de los miembros de la Colonia: “Somos como custodios de la plenitud del evangelio, ser lamanita es ser parte del pueblo del convenio”9. La conciencia social de los habitantes de la Colonia esta enmarcada bajo el supuesto linaje judío americano. Su conducta se ordena con motivo de lo que ellos consideran lleva implícita la responsabilidad de ser un lamanita.
Los mormones, de la Colonia se consideran un “pueblo” pero también una raza y una nación que por el momento no dispone de un territorio propio pero que, de acuerdo a la creencia mormona, en un futuro próximo lo tendrán. Los mormones tienen un territorio imaginario, en el porvenir del reino de Dios; y ese ideal, no por ser imaginario es menos real, puesto que se traduce en prácticas
9 El grupo de la colonia industrial en cierto sentido es étnico ya que es un conjunto de personas, inserto en una sociedad más amplia, cuya cultura difiere de ésta última. Quienes pertenecen a la colonia se sienten, están o se consideran unidos por lazos comunes de raza nacionalidad o cultura, todas estas últimas características bajo el imaginario del pueblo lamanita de origen judío.
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concretas, en ritualidades y creencias, en formas de ser y en prácticas sexuales específicas.
Sobre el concepto de territorio Stavenhagen comenta: “La mayoría de grupos étnicos en el mundo están identificados con algún territorio que no sólo es entorno vital sino también origen real o mítico, y algunas veces imbuido de significado sagrado” (Stavenhagen, 1992: 59) Profundicemos en torno a esta idea de espacio que otorga sentido a la comunidad:
“Adán Ondi Ahmán” no sólo representa para los mormones de la Colonia un valle donde se reunirán y se concentrará la teocracia de Jesús, sino además es el “lugar”, donde supuestamente de acuerdo a “las revelaciones de José Smith” existió el legendario jardín del Edén, y será el lugar donde se les reconocerá su linaje. “Adán Ondi Ahmán” es un lugar mítico, en ese sentido, lejano para la resignificación, quizá de manera más inmediata y con mucho mayor significado la propia Colonia se ha identificado como su “lugar”.10
La Colonia es el espacio territorial de reconocimiento como un grupo único: “Aquí en la Colonia nadie toma, ni se droga, ni se roba”, comentaba uno de sus miembros. Sobre las diferencias de la Colonia con el resto del pueblo de Ozumba, nos comentaron: “como ve aquí ni perros hay, no hay basura, todos barren su banqueta, todo es más ordenado que allá fuera, claro el evangelio le ordena a uno la vida no se gasta el dinero de la quincena en borracheras”. “claro que es importante para nosotros aquí nacimos muchos de nosotros, nuestros padres o abuelos llegaron por fe, aquí se vive la plenitud del evangelio”.
Por decirlo de alguna manera, el espíritu cultural de la Colonia es para sus moradores un territorio aparte del resto del mundo. Delimitado bajo la idea del orden, de la nueva ciudad de Dios en la tierra; el trabajo, característica de la
10 El libro de Doctrina y Convenios donde se encuentran las “revelaciones” del profeta José Smith, sobre Adán Ondi Ahmán comenta “El Señor da a Sprig Hill el nombre de Adan – ondi- Ahmán, porque es el lugar, dijo él, al cual vendrá Adán a visitar su pueblo, o sea, donde se sentará el Anciano de Días como lo declaró Daniel el profeta” (D y C 116) En una especie de glosario en el mismo libro sobre este lugar comenta “El lugar donde Adán, tres años antes de morir, bendijo a los de su posteridad”
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ética protestante es un valor. La Colonia Industrial, es para sus habitantes un poco el cielo en la tierra; un cielo ganado con el ascetismo de sus habitantes que no piensan en gastar el dinero en los placeres del cuerpo, en el gasto inútil, en el derroche hedónico. La limpieza es parte de este nuevo orden social en donde los perros callejeros se identifican como una fauna nociva y en donde, efectivamente, no se ven ya que son sacrificados.
La Colonia Industrial se encuentra en un lugar de fácil acceso.11 Este cómodo vínculo entre la Colonia y el exterior ha permitido que los colonos interactúen con “el mundo”. Esta vecindad con el “mundo” no es contradictoria con la pertenencia a una comunidad. Por eso estamos de acuerdo con Barth cuando menciona que “las distinciones étnicas categoriales no dependen de una ausencia de movilidad, contacto o información”. (Barth, 1969: 10) Los habitantes de la Colonia Industrial, desde su fundación han tenido contacto con el resto de los habitantes del municipio y más allá de éste, a través de relaciones comerciales y de trabajo. Las distinciones entre los grupos son:
Procesos sociales de exclusión e incorporación por los cuales son conservadas categorías discretas a pesar de los cambios de participación y afiliación en el curso de las historias individuales. Ciertas relaciones sociales estables, persistentes, y a menudo importantes, se mantienen por encima de tales límites y, con frecuencia, están basadas precisamente en los status étnicos en dicotomía. (Barth, 1969: 10)
La permanencia de la conducta de los mormones de la Colonia, no corresponde a un aislamiento del grupo con respecto al resto de la población mormona o no. Es más, el contacto con los mormones SUD, a través de familiares y amigos ha reforzado por oposición su propia singularidad como grupo. Entre los mormones de la Colonia y los mormones SUD, existe adjetivos que sirven para nombrar y separar un grupo de otro, estas categorías para los de la Colonia son: “apostatas, los polígamos”. Para los habitantes de la Colonia, los SUD son: “los de la iglesia, “los de Tecalco”. Sobre esta distinción que hemos llamado natural (aunque sabemos que su origen es una construcción social), Marvin Harris menciona que es “común la tendencia de las
11 Los primeros misioneros mormones norteamericanos que se ubicaron exitosamente en el centro del país lo hicieron en Cuernavaca Morelos, desde donde se trasladaban a la Ciudad de México en tren por la región de Ozumba, Tecalco, Amecameca.
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tribus y de las naciones a estereotiparse las unas de las otras como una consecuencia de varias formas en sus relaciones intergrupales”. (Harris, 1979: 345)
Las comunidades se distinguen por ciertas prácticas o imaginarios que definen su identidad; la identidad es una construcción social que tiene como referente a otros grupos de los cuales se diferencia. Mientras más subrayados estuvieran estos principios más fuerte sería la identidad, por ejemplo, si los elementos que oponen a dos comunidades son muy fuertes, los grupos establecen diferencias muy marcadas en su identidad, se definirían mutuamente por lo que no son o no quieren ser representados. Con los valores es casi imposible negociar ya que son los que otorgan un sentido fundamental a la vida de las personas, a diferencia de los intereses que pueden ser negociados.
Las relaciones sociales que establecen no representan de ninguna manera un universo aislado, puesto que son abiertos a establecer múltiples contactos con el “mundo”: comercian, trabajan, pagan impuestos, votan, en pocas palabras ejercen su ciudadanía. Sin embargo, no comparten ideológicamente con el resto de la población mexicana, “el propósito de la vida”.
La vida es de acuerdo a ellos es “de probación”, es decir, un espacio de tiempo de preparación para “regresar a vivir con el Padre Celestial” y no sólo eso, sino que su aspiración es más grande, ser Dioses.
Los mormones tienen clara su meta de llegar a ser dioses. Y es por eso que viven con ese propósito su vida o, parafraseando a Durkheim, por eso hacen lo que hacen. Las relaciones sociales funcionan en la Colonia, a través de la importancia que otorgan sus miembros al “poder del sacerdocio” es decir, la figura paterna y al mito de ser descendientes del pueblo que Dios eligió como “su pueblo”. Concluimos que la doctrina mormona a diferencia de cualquier otra doctrina religiosa redefinió étnicamente al grupo de mormones de la Colonia Industrial.