EL AMBIENTE UN LIMITANTE DE LO SOCIAL

La sociología a lo largo de su estancia como disciplina, ha intentado entender y explicar los fenómenos sociales modificando sustancialmente la forma de abordar su objeto de estudio. Basta recordarle al lector los múltiples “ismos” que todavía, en algunas discusiones académicas se debate su pertinencia en nuestra disciplina. Recientemente fui acusado de darle un enfoque antropológico a un ensayo sobre la estructura social y económica del campesinado. Dicho trabajo trataba de realzar la cultura, como elemento de análisis del campesinado, y quizá se sugería una subordinación de la estructura económica a la social. Dicho argumento sirvió para que se malinterpretará un desprecio hacia el marxismo y se tildara de peyorativo por mencionar el concepto de “economisista”. En esta ocasión insistiré en el tema de la cultura como objeto de estudio de la sociología. Personalmente creo que tanto la sociología como la antropología, tienen como objeto de estudio la cultura. Por eso mi insistencia en dicho análisis. Talvez después de leer esta propuesta se insista en señalarme como antropólogista . No obstante considero que, como ya lo señalaba en los párrafos anteriores, el mosaico analítico que a lo largo del tiempo ha formado nuestra disciplina, nos permite abrir el análisis desde distintos enfoque. Esta posibilidad genera discusión y enriquece el conocimiento, puesto que a diferencia de los dogmas “la teoría sí se discute”, permitiendo así intercambiar argumentos y propuestas de construcción teórica. Es en este sentido, que me parece importante que como sociólogos, abramos al medio ambiente el espacio que como factor de interpretación puede tener de los hechos sociales, así como lo tiene dentro de la cultura, la magia, la democracia, la economía, la política, lo psíquico, el lenguaje y demás elementos que han servido de punto de referencia para mostrar el entramado social. Para nuestra propuesta recurriré nuevamente a la antropología social. Sobre todo por que es ahí en situ, donde autores como Radclife Brown, Malinowski, Evans Pritchard, Edmun Leach y otros incluyen esta dimensión de análisis de la cultura. Posibilidad que da el método etnográfico, es decir, la observación directa y el método comparativo. Este enfoque propone que el medio ambiente es un factor limitante, no determinante del orden social. Ha sido utilizado para entender elementos variados de la cultura, como el parentesco, la política, la agricultura, Inclusive ha sido utilizado para el análisis tanto de sociedades “sencillas” como “complejas”. A continuación expondré algunos autores que han considerado el factor ambiental en sus estudios sociales. Edmund Leach en “Los sistemas políticos de la alta Birmania” (1976) hace énfasis en la importancia del medio ambiente para entender las singularidades entre los Kachim. “En este libro me referiré a toda la región como el área de las colonias Kachim. A un nivel burdo de generalización, las Shan ocupan los valles ribereños donde cultivan arroz en campos con riesgo; son un pueblo relativamente sofisticado con una cultura que recuerda algo de los birmanos, por otra parte, los Kachim ocupan las colonias, donde cultivan arroz, fundamentalmente mediante la técnica del corte y quema itinerante” (Leach, 1976: 23) Leach, describe las diferencias ambientales entre las colinas y el valle entre los Kachim y los Shan respectivamente. “Los Kachim de las tierras altas están constantemente sometidos a presiones contradictorias tanto en sentido de imitar como oponerse a sus vecinos que habitan los valles. Todas estas transacciones están relacionadas con el hecho de que, por regla general los pueblos del valle producen arroz para sus propias exigencias, mientras que los pueblos de las colinas suelen padecer escasez de arroz que de alguna forma debe compensarse desde afuera. Este hecho económico crucial es de la mayor importancia para comprender los desarrollos sociales a lo largo de Birmania…debemos concluir por tanto que si bien los factores ecológicos tienen una importancia que se relaciona con los distintos modos de vida los Kachim y los Shan, la historia política también tienen una influencia importante”. (Leach, 1976: 41 – 50) Malinowski al hablar del kula como un nuevo hecho social, no sólo lo explica como una institución social, sino también lo hace desde la dimensión geográfica y del ambiente natural. El kula es una institución entre un gran número de socios en una basta región, donde el factor geográfico (el archipiélago trobiandes) juega un papel limitante para la organización social, entorno al hecho social (kula). Ángel Palerm en su libro “Introducción a la teoría etnológica” en la parte “Evolución social: dimensión diacrónica de la teoría etnológica”. Hace un recuento del proceso civilizatorio de la humanidad, haciendo énfasis en las sociedades americanas. En esa parte de su texto Palerm, hace referencia a la relación que existe entre el factor ambiental y el avance civilizatorio. Crítica tanto al evolucionismo lineal, como al determinismo ambiental de Meggers, propone que las culturas con mayores potencialidades de desarrollo cultural (tecnología, urbanismo, y organización social) son aquellas capaces de mostrar capacidad adaptativa a múltiples ambientes. “El evolucionismo contemporáneo rechaza las formulaciones de los evolucionistas clásicos de estadios universales que son independientes al medio natural. Rechazan de la misma manera el reduccionismo ambiental y ecológico propuesto por los deterministas geográficos de la vieja escuela. No se trata de buscar un camino intermedio entre el determinismo geográfico y la autonomía sociocultural. El estudio de realidad de los procesos de cambio sociocultural enseña que las situaciones extremas de sometimiento al ambiente natural son excepcionales y corresponden a culturas muy sencillas y elementales. Enseña también que un mismo ambiente natural puede producir respuestas culturales distintas. Enseña que en una misma cultura históricamente sin que se modifique su ambiente natural en forma notable. La razón principal de estas posibilidades de variación consiste en que el hombre, gracias a la cultura, primero se convierte en un ser ecológicamente dominante y después en un ser capaz de modificar el medio natural en que vive. La evolución puedes ser considerada como un proceso de liberación de la dependencia primitiva al medio geográfico. El hombre crea con su actividad el mundo de la naturaleza, pero, tanto la susceptibilidad de la naturaleza a ser transformada como la capacidad del hombre para cambiarla tienen limitantes. Estos límites son variables y están en función de la cultura del hombre tanto como el medio natural”. (Palerm, 1997: 113 – 114) La diferencia del desarrollo es pues, la adaptación que se logra a través, de la tecnología e incluso en el comercio y las unidades políticas. Palerm continúa explicando. “Las culturas con mayores potencialidades de desarrollo no son aquéllas que realizan adaptaciones casi perfectas a un medio determinado, como los agricultores de roza y regadío y a los pastores nómadas. Por el contrario, son aquellas culturas capaces de mostrar una gran capacidad. Adaptativa a múltiples ambientes. En otras palabras, aquéllas que gracias a los conocimientos científicos y a los avances tecnológicos son capaces de enfrentar constantemente nuevas situaciones ambientales y resolver nuevos problemas en forma satisfactoria. Las culturas primitivas se diferencian de las más avanzadas no sólo por sus niveles respectivos de complejidad, sino también por su grado de especialización en medios ambientes determinados. Hablar de grado de especialización quiere decir, a sismo, grado de adaptación y medida de la dependencia de cultura con respecto al ambiente. La expansión explosiva de la civilización occidental sobre todo el mundo es una de las manifestaciones más claras que se encuentra de este proceso de liberación de la naturaleza al que me estoy refiriendo. La respuesta tecnológica no es la única que el hombre puede dar y ha dado al desafío de las limitaciones de un cierto ambiente natural. La respuesta tecnológica ha ido casi siempre acompañada y combinada con otros tipos de reacción. Uno de ellos es la conversión de lo que podríamos llamar microadaptaciones en macroadaptaciones geográficas por medio de la organización de grandes complejos políticos y económicos. Como se verá en el caso de mesoamérica, la diversificación de las culturas regionales especializadas basadas en la variedad de ambientes naturales, encontró una forma de integración superior por medio del comercio (intercambio de productos) y más tarde a través de la constitución de poderosas unidades políticas (grandes estados territoriales e imperios). (Palerm, 1997: 114) Sin caer en un determinismo ambiental, Palerm intenta explicar el florecimiento de civilizaciones de las caracterizadas como “Alta cultura”. Hay que subrayar la elocuente exposición que hace de la cultura maya, que se desarrolla en un espacio de clima de selva tropical, donde se práctica regularmente la roza y quema, lo que implica la trashumancia. No obstante dicho pueblo establece un complejo cultural importante, pese a lo homogéneo del medio natural. Un caso opuesto a los mayas, representa en términos culturales el descrito por Evans Pritchard, en la monografía de los Nuer (1977). Lo que permite hacer la comparación es que comparten climas monótonos, sin variedad de estaciones. Es conocido que en las llanuras del continente africano, sólo cuentan con dos temporadas anuales, siete meses de temporada seca y el resto de lluvias. Lo que imposibilita al grupo y a su ganado permanecer en un lugar. “Así pues, el año se compone de una temporada en las aldeas y de otra en los campamentos, y la temporada de campamentos se divide en la primera parte de la estación de seca, cuando los jóvenes se trasladan de un campamento pequeño a otro, y la segunda parte de la estación seca, cuando todos están concentrados en grandes campamentos junto a corrientes de agua permanentes, que no abandonan hasta que regresan a sus aldeas. (Pritchard, 1997: 78) Pritchard da cuenta de cómo las limitantes ambientales han producido, un tipo de organización social, como una cultura simple entre los habitantes itinerantes de Nuerlandia. En su texto “El enfoque regional” Carmen Viqueria al respecto comenta: “En su monografía de los Nuer (1977) trata de establecer (Evans Pritchard) la relación entre el medio geográfico y la estructura social por las actividades básicas de de sobrevivencia”. (Viqueira, 2001: 58) El antropólogo británico dedica un capítulo de su libro, a establecer la relación ambiente – cultura. En el cual describe una región homogénea donde se desarrolla una cultura homogénea. “Así, pues, la variación de suministros de agua y de vegetación obliga a los Nuer a cambiar de lugar y determinar la dirección de sus traslados”. (Pritchard, 1997: 75) Este caso es un ejemplo, de cómo la adaptación casi perfecta a determino ambiente, deriva en una cultura con poca tecnología y desarrollo cultural. Esta breve semblanza de algunos trabajos antropológicos, ha tenido la intensión en primer lugar de subrayar la importancia del factor ambiental en la organización social. La bibliografía al respecto es bastante basta. Falta por ejemplo mencionar los trabajos que realizaron sobre todo antropólogos norteamericanos entre los nuts (esquimales), “Los Tikopia” de R Firt (1975), “Pul Eliya: a village in Ceylan a study of land ture and kisnship” de Edmun Leach (1968). Por mencionar algunos trabajos que dan cuenta de las variaciones sociales entendidas a partir del ambiente donde se desarrollan tales o cuales instituciones sociales. En segundo lugar, una provocación encaminada a la discusión de la pertinencia de la temática. Así mismo, es una invitación a explorar y analizar tanto a los autores como su propuesta analítica. Quiero insistir que el medio geográfico, como lo llama Radclife Brown, no es todo el elemento de análisis, sino que éste, junto con otros elementos analíticos que son utilizados con mayor regularidad entre los sociólogos nos permitirá comprender holisticamente los fenómenos sociales. Así por ejemplo, integrar el análisis de la forma que incide el ambiente natural en los movimientos sociales, los barrios, la prisión, los campesinos, el imaginario, las organizaciones urbanas, las bandas, y sin fin de objetos. Sin duda nos permitirá tener otra dimensión de la realidad estudiada. Hoy más que nunca el oficio de sociólogo, es una tarea interdisciplinaria, en donde la incorporación de las distintas propuestas disciplinas, teóricas, escuelas, nos permitirá tener un conocimiento holístico de la realidad . En la sociología de hoy no hay cabida para los talibanes intelectuales. La ciencia social es mucho más permeable que hace unos años, los dogmas deben pronto de dejar su lugar a la discusión y creatividad entre investigadores, la relación entre teoría y praxis debe ser más recurrente. Así como un verdadero uso crítico de la teoría y no un uso panfletero de la misma.

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